lunes, 1 de mayo de 2017

"En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor."



El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha. (Miguel de Cervantes Saavedra, 1605)


"Alonso Quijano murió, pero don Quijote continúa vivo; ahora mismo está en algún lugar, disfrazado de hombre de nuestro siglo, confundiendo tal vez el reflejo de un tubo de neón con el plateado resplandor de un prodigioso cometa... Si le encontráis, por favor, no os burléis de él..."


Cervantes en Yucatán. (Carlos Bojórquez Urzaiz, 1992)



Resistencia, 20 de abril de 2017, 21 hs.




Llueve en Plaza España. Digamos 
que son las nueve de la noche 
y Plaza España es campo abandonado. 
Se fueron los obreros, hoy la lluvia 
se ha quedado dormida sobre el roto 
espectro de este patio viejo. 

Allí he visto a Quijote, con lona negra
de capote junto a la antiquísima barbilla, 
de peregrino entre la llovizna 
llegar hasta el umbral. 
San Francisco Javier cantaba adentro 
y el campanario velaba por el rezo. 

*

Cuatro siglos que vengo, son los años 
que hoy se han puesto tan lóbregos 
y al raso llueve cual si quisiera Dios tocarnos 
para encontrar la fe de peregrino. 
Hasta tu puerta llego, apóstol 
yo también de las Indias y el quebranto. 
Vengo de un tiempo que se ha perdido 
detrás, entre la espalda esta y aquel orbe.

Yo vengo de la España anochecida, 
cuando no éramos ya ni todavía 
el gran imperio que nunca habíamos sido.
Mira si no sabré de los quebrantos 
y de la lluvia que me apenó el camino. 

*

Me fui. Era de tarde noche y hacía frío 
adonde el aire se transformaba en agua, 
como la risa de un pez o colibríes 
que al sacudir las alas se fundiesen 
en el rumor que escapa de la bruma

Si toda la ciudad se había dormido,
o toda la ciudad miraba lejos, 
por Plaza España iba el hidalgo, 
amén de la penumbra y la ternura 
con que al pasar lo viera la locura.

Embajador de alguna edad extinta 
pero reverdecida en la certeza
del peregrino gris que nunca llega 
y de continuo parte hacia la guerra. 
Embajador de luz y de tristezas. 


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