"No hay destino más hermoso para el árbol que ser una guitarra."
Ramón Ayala
Excepto desenvolverse en una cinta rígida de madera dormida
y conquistar el aire aunque el viento se queje.
Hacer pacientemente un largo río silencioso
de luz robada al cielo y piedrecitas en lo profundo de la tierra
para que lagartijas luchen contra las nubes
buscando esa promesa de la Luna.
Excepto conquistar un ejército de pájaros
que vuelen de mañana para tomar espacios
en ajenos rincones de la tierra,
volviendo con la Luna trayéndose trocitos.
Trocitos de la tierra, de la Luna.
Semillas de sandía para habitar sus cumbres
y desplomarse maduras río abajo.
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