Luzbel, que no te compadezco.
Malvado eras y malo serás siempre.
Pero te han expulsado de la tierra
y sin embargo de la tierra eres.
¿A dónde viajarás de refugiado?
¿Qué hueco sideral te dará asilo?
No existen embajadas en el cielo,
no debe haber amparo en el vacío.
A rumiar el odio te condenan
los hijos de la luz clavada.
Ese fue tu trabajo, esta tu pena.
Todo se ha vuelto siempre gloria ajena.
Tanto trabajo terco para nada.
Luzbel de la penumbra y de la pena.
Debe existir dolor en tu condena.
jueves, 26 de noviembre de 2015
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