martes, 16 de junio de 2015

En febrero de 2015, el así llamado Estado Islámico atacó el Museo de Mosul en Irak, 
destruyendo milenios de memoria para "evitar la idolatría." 
Según afirmaron voceros de la organización, se trataba de destruir los objetos que "vayan contra el Islam."


Cuando tallaron el rostro de la Luna
hombres extraños de cabellos vastos
en una antigüedad que no alcanzamos
hubo quien miró los ojos de los dioses 
y dijo "durararán solo estas vidas."

Pero hace cinco mil años que miraban 
la arena inconmensurable de los días
con la misma ausencia de locura
que solo el rostro en piedra evita.

¿Que clase de dios adoran, estúpidos?
La piedra no responde las plegarias,
existe solamente por ser vieja
y todo lo demás es vana especie
que se repite a costa de ser falsa.

Esa divinidad de la venganza
rasga la envidia de su locura infame
con una destrucción que pesara en los ojos
de los que vean historias agrietadas.

¿Cuanta arenisca se vuelve necesaria
para tapar a salvo la belleza
sin que sus manos ávidas y necias
puedan rozar la piel de mariposa?

Su dios de la locura y la inpresencia 
no tiene derroteros que se inventa 
una huella rota y malherida 
por donde discurrir mientras se pueda.
Miren las ambiciones de estos hombres.
Tallaron antiquísimas maneras y nada hoy los recuerda,
porque de eternidades solo hay piedra
y todo lo demás se desvanece.
Un día hasta la sangre se detiene.

Solo la piedra escribe nuestra historia.
Si le rompen la cara, dirá que eramos torpes.

No escuchan. Es seguro que ya ignoran
el hálito de niebla que despiden las tallas.
Es seguro que ya no cura nada esta locura.
Tendremos que mirar como se mueren 
mientras no saben que ellos mismos se liquidan.


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