Mi anillo ha vuelto a mí y se duerme en mi dedo.
Nunca sabré que sueña o donde estuvo,
porque mi anillo vaga cuando me descuido
por estrechos senderos de las cosas
que tenemos y que se nos olvidan.
Pero vuelve, siempre vuelve
después de que lo olvido,
y tiene opaco el brillo.
Ahora está ahí, esperando.
miércoles, 10 de septiembre de 2014
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Es un día de frío. Lo sé porque es el viento y el cariño del gato las cosas que lo anuncian. Renovado y discreto este primer día del oto...
-
Yo soy en el amor como las nubes, pues pertenezco al amplio horizonte, y desde allí observo tus caminos. Puedo permanecer en mis alturas...
-
Llena, pues, de palabras mi locura o déjame vivir en mi serena noche de alma para siempre oscura. Federico García Lorca ¿Por que...
-
Resido en el espacio altivo y distraído que priva a la tristeza. Abitamos un limbo de amaneceres bellos, pero vanos y tristes, como flor...
No hay comentarios:
Publicar un comentario