sábado, 12 de julio de 2014

Yo espero el sol aquí, bajo esta ceiba.
Usted busca encontrar la isla donde mora
cuando nos abandona a la noche.

Yo sueño con llegar hasta la cueva
donde Robinsón sueña con Europa.
Usted quiere saber los garabatos y los significados
que hay escritos en la capa del musgo milenario.
Yo quiero envejecer como ese musgo y no dormir jamas,
mientras titilen las estrellas.

Quiero la eternidad que encierra la tortuga
y no el viento rojo de tormenta.
Quiero la gloria muerta del brillo ahusado en la bayoneta,
y no la sangre con la que usted sueña.

Descifro el nombre de los animales
y a solas hablo con cualquier lengua.
Pero de frente a usted callo y sonrío.

Que sueña usted con la gloria del sol y yo prefiero
la soterrada dignidad del hueso que consuela a los perros.

Por eso usted y yo tenemos el mundo,
pero interpuesto entre mi eternidad y su destello.


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