jueves, 10 de octubre de 2013

Tengo un nombre guardado,
atesorado.
Y lo repito a veces antes de dormirme.
Es el nombre más corto que conozco,
pero es el más preciado.
Es un nombre común, dirán los otros,
que no saben la razón por la que brilla.

Es un día de frío.  Lo sé porque es el viento  y el cariño del gato  las cosas que lo anuncian. Renovado y discreto este primer día  del oto...