lunes, 29 de julio de 2013

El loro del vecino es voz de pueblo.
Es mustio bandoneón mal entonado
y revive los intentos de cantar.

Avanza los sonidos con torpeza,
con burla de decir "quizá".
Y finge que no sabe cuando dice
"está lindo" y "verdad".

Es loro, tiene vida, lengua y plumas.
Y canta, gritón y malhablado,
aquello que se callan los demás.

domingo, 28 de julio de 2013

Tu muerte es una cantata
de tragedias y dolores,
de dioses, héroes, de hombres.

Tu muerte ya se eterniza
bajo las manos del ciego.
Tu muerte ya lleva siglos,
arrastrando su reguero
de muerte, gloria teñida
de bermellón y de cielo.

Ciudad, tu muerte es una batalla,
una estampida, un siniestro
armatoste de maderas
de clavos y de escondrijos.

El hombre que esta muriendo
no sabe que nunca muere.
Su muerte no se termina
aunque se extinga el silencio.
Su muerte ya lleva siglos.

El hombre que está matando
asesina su silencio.
Su grito es una batalla
ganada ya de antemano
contra las huestes del tiempo.

Para los dos la memoria,
para los dos es la gloria.
Para los dos es lo eterno

Zeus mismo, Temis madre,
Efestos forja lo eterno
y engarza en hilos divinos
los destinos y los tiempos.

Cubre de nombres las naves,
forja con hechos los campos
y adorna los muros firmes
con mil brillantes recuerdos.

Hasta que el niño descubra
dioses, hombres
inmortales abandonaron la muerte
para frenar el silencio.
Las palabras los resguardan,
son su escudo y su misterio.
Dioses, hombres, inmortales
aguardan reviva el verso.

sábado, 27 de julio de 2013

Mira, ciudad, que grande
que puede ser tu horizonte.
Mira tus muros, tus gentes,
tus campos, mira tus torres.
*
Antigua, bajo los álamos,
serena bajo las nubes.
Mira cuanto se desangra
el río sobre tu nombre.
*
Ciudad que no me tuviste,
pero te entregas y donde
dejas tu marca, los hombres
descubren viejas pasiones.
*
Encuentran, como milagro,
que ya has tenido pasados.
Siglos te bañan los techos,
empedrada estas de nombres.

jueves, 25 de julio de 2013

No puedo, de verdad que no puedo.
Sobrepasa mi sangre tu silencio
y me abruma la calma y me desvela.
Es inútil pelear contra mi sueño,
es horrendo intentar resistir contra tu vuelo.
De verdad que no puedo.

sábado, 20 de julio de 2013

Yo soy la humanidad.
Mirenme.
Estoy repleto de miles de virtudes
y miles de defectos.
Llevo en mi sangre incontables generaciones.
Miren mi sangre nueva.
No es tan nueva.
Bajo mi carne fresca
cada día amanecen Adanes.
Miren mis manos quietas.
Si pudiésemos contar las veces que estas manos
atravesando el tiempo
nacieron, enfermaron, murieron.
No se engañen con la simple unidad de mis huesos.
Se que parecen pocos
pero son incontables.
Millones y millones de huesos que se arrastran
desde el amanecer de los tiempos.
Soy mucho mas que yo, que vos,
que dos, que mil quinientos.
Soy miles de millones,
números infinitos de humanos que se han muerto
en mi se sobreviven
a su propia miseria y su muerte.
En mi la especie humana permanece
mas allá de los siglos.
Es el camino, el único que tengo.
Yo debo perpetuarlos.
Y el hijo perpetuará mi muerte.
Y el nieto.. El heredero..
Hasta que Dios despierte y diga "basta"..
Hasta entonces ninguno en verdad habrá muerto.

Eran la eternidad,
que no transcurre
por que el tiempo no existe para ella.
Eran como las nubes
o quizás las estrellas,
tan naturales son que son paisaje.
Estaban congelados en el instante
del susurro, el silencio y la ternura.
Como dos almas nuevas que aun juegan
a inventar el amor en las esquinas.
Cuando fue que nos volvimos infames?
Cuando empezamos a tropezar a ciegas
y descubrir los muros que nos cruzan los aires..
*
Hemos tenido días de libertad y risas,
pero fue hace tanto tiempo
que hasta muertos nos parecen los días.
*
Entonces eran nuevos tu rostro
y mi rostro, entonces era nuevo
hasta el amanecer de cada día.
He estado una vez frente al océano.
Que inmensa soledad,
que aburrimiento.
Que atroz inmensidad,
que miedo inmenso.
Era como vivir miles de veces,
como caer interminablemente.
Era lo eterno, inabarcable,
lo mayúsculo.
Era como intentar gobernar a todos los gorriones.

Hoy no se que escribir, porque las cosas  están frías y muertas,  el silencio ha tomado los días de la semana.  Miro por la ventana  como el...